Conoce a Sofía Giraudo, nuestra emprendedora de la semana!

Esta semana destacamos a Sofía Giraudo, ingeniera comercial y socia fundadora de First Job, portal de prácticas y trabajos que busca conectar a recién egresados con empresas que buscan talento joven. Sofía nos cuenta sobre los desafíos y logros de su historia como emprendedora, a tres años de haber comenzado con este proyecto que se ha consolidado en el ecosistema nacional e incluso ha expandido sus horizontes a otros países de Latinoamérica.

¿Cómo fue que llegaste a tomar la decisión de emprender? ¿cómo fue ese recorrido?

Fue bien loco porque yo estudié ingeniería comercial en la Universidad de Chile y en ese entonces no se enseñaba emprendimiento, no te formaban con las ganas de emprender, sino que más bien te impulsaban e trabajar en una empresa grande, seguir escalando, y en una de esas, quizás emprender, pero con más experiencia. Nunca tuve algún curso específico donde te enseñaran a emprender. Justo cuando salí de la Universidad, estaba buscando trabajo pero específicamente en algo que me permitiera compatibilizar mi tiempo con un magister en recursos humanos que había empezado en ese tiempo. A través de un amigo que teníamos en común, conocí a Mario, que es mi socio. Él había empezado con First Job dos meses antes de que nos presentaran, a fines del 2012. Ahí conocí un poco el portal que en ese momento no estaba muy desarrollado, era una página donde uno subía su currículum solamente y se publicaban algunas ofertas a través de redes sociales.

Él me contactó para apoyarlo en un proyecto específico de First Job, un estudio, que de hecho ya lo estamos realizando: un ranking de las mejores empresas para jóvenes. A mí siempre me han apasionado los recursos humanos, esa era mi área, y lo que me pidió se relacionaba mucho con lo que yo quería hacer. Yo estaba buscando algo más flexible, me acomodó trabajar con él y me gustó el estilo. En ese entonces éramos nosotros dos y un practicante, o sea, era bien light, chiquitito, y eso me gustó harto, que pudiéramos trabajar entre los tres como si el proyecto fuera mío. Ahí fue pasando el tiempo, yo en un comienzo iba a trabajar solo dos meses pero me motivé y le dije a Mario “¿sabes qué? te apaño, voy a seguir, no importa si no me pagas, pero quiero seguir en esto”. Vivía con mi familia y tenía la opción de no estar en una pega tan estable. Ese verano postulamos a Wayra , pasamos todo el proceso y quedamos en la final en abril del 2013. Entonces decidimos hacer una sociedad formal con otro socio que es informático, y sin darme cuenta ya estaba metida en el mundo del emprendimiento. Comencé a conocer un montón de gente, empecé a entender bien cómo funcionaba el ecosistema. Este proyecto empezaba en serio.

¿Cuáles fueron las necesidades que vieron y por qué pensaron que era importante impulsar un proyecto como First Job?

Nos dimos cuenta que por un lado, no existía un portal que fuera amigable para jóvenes. Los portales tradicionales de empleo estaban enfocados en gente con experiencia laboral y la verdad es que un joven cuando termina una carrera no tiene mucha orientación sobre qué quiere hacer, no sabe cómo hacer un currículum, entonces no puede llenar formularios largos, quiere que ojalá sea el proceso sea lo más fácil y agradable posible. Por ese lado, quisimos ayudar a los usuarios con una inscripción simple donde pudieran encontrar las mejores ofertas de prácticas y trabajos, más allá de las ferias laborales de la universidad, que varias no tienen, entonces hay muchos que no tienen idea dónde buscar prácticas. Por otro lado, mi socio creó la feria laboral de la Universidad Federico Santa María, y yo también trabajé en la feria de la Universidad de Chile, entonces él tenía contacto con reclutadores de distintas empresas donde todos planteaban los mismos problemas: lo difícil que era conectarse con esta generación joven, que los esfuerzos consistían básicamente en ir una vez al año a ferias laborales, gastar mucho dinero, recibir muchos currículums sin ni siquiera poder filtrarlos por el trabajo que significaba. Para las empresas era todo un desafío. En el fondo por eso nació First Job, como una manera de conectar a empresas con jóvenes que buscan su primer trabajo.

En ese sentido ¿vieron que había un interés por parte de las empresas en contratar gente joven? muchas veces las ofertas de trabajo exigen ciertos años de experiencia

Yo tenía la misma visión, pero cuando empecé a trabajar más de cerca con las empresas me di cuenta que en general están muy abiertos a buscar gente sin experiencia como una manera de poder formarlos y traer talento nuevo y fresco a las compañías. Esto pasa sobre todo en lugares que son más orientadas a lo digital, que van de la mano con la innovación, donde es necesario incorporar talento joven que te pueda aportar esa frescura. Por otra parte, todas las empresas siempre demandan practicantes, tenemos clientes que demandan más de 800, entonces eso siempre va a ser una necesidad para las compañías, y sobre todo fidelizar a esos practicantes para que después algunos puedan seguir trabajando en la empresa.

¿Cómo funciona su modelo de negocios?

En First Job funcionamos mediante planes anuales de reclutamiento que pagan las empresas según el nivel de contrataciones que tengan. Tenemos precios para grandes empresas que se dividen en cuatro planes que van desde las 5 contrataciones hasta ilimitadas. Tienen acceso ilimitado a los currículums y todas las publicaciones que quieran hasta que contraten el límite de gente según el plan al que optaron. Si tu publicas y no contratas a nadie, esa publicación no cuenta. Por otro lado, tenemos planes también para pymes y startups, obviamente mucho más baratos, para ayudarlos a buscar el talento de jóvenes.

¿Cómo ha sido el impacto por parte de los usuarios? ¿Qué comentarios han recibido?

Tenemos alrededor de 120.000 usuarios en la plataforma, no solo de Chile, sino que empezaron a registrarse distintos países de Latinoamérica buscando oportunidades. Nos dimos cuenta que era una necesidad transversal, era para toda esta generación no solo en nuestro país. Las encuestas que hemos hecho y los usuarios que sabemos que han sido contratados a través de la plataforma siempre nos comentan que les ayudó un montón, sobre todo porque es simple y amigable. Tu te metes, ves las ofertas, postulas y listo. También integramos una video entrevista en la plataforma donde ellos pueden grabarse cuando las empresas se lo piden, y eso ayuda a gente de regiones, que muchas veces sienten que no tienen muchas oportunidades porque no pueden viajar a Santiago. Hemos tratado de darle más oportunidades a todos.

¿Cuál ha sido el mayor desafío con el que te has encontrado?

Han sido varios desafíos. Yo creo que uno es darse a conocer, generar marca. En nuestro caso, todas las ventas y contactos con empresas han sido en frío: por correo o teléfono. Ninguno tiene muchos contactos, entonces eso es difícil, cómo a partir de cero te das a conocer en un mercado que es súper competitivo, donde no solamente hay portales tradicionales que son la empresas más grandes, sino que cada día ha salido más competencia a nivel de pymes y startups que se dedican a esto. La competencia es muy alta. Es complejo darse a conocer y generarse un espacio entre tantas empresas, yo creo que validarte en el mercado e ir a una empresa y que te digan que ya te conocen, es un tremendo desafío.

Otro ha sido generar un equipo de alto desempeño, que es lo que nosotros tenemos actualmente. A los tres años podemos decir que tenemos un equipo que queremos que siga mucho tiempo con nosotros y que hemos podido mejorar a nivel interno los procesos, el orden, las metas, los planes, poder funcionar como una empresa, no tanto como startup. Yo creo que eso lo ha ido dando la experiencia y la gente con la que hemos ido trabajando.

¿Qué se viene en el horizonte de First Job ahora que están más consolidados?

Ahora estamos orientados a la expansión internacional, a fortalecer las operaciones en Colombia y en México. También estamos rediseñando toda la plataforma para mejorar la experiencia del usuario y el cliente. Queremos ojalá este año llegar al millón de usuarios, entonces tenemos un desafío súper grande. Por otra parte, estamos orientando la plataforma hacia la verificación de talentos, de manera que los usuarios puedan certificar de sus conocimientos y aptitudes, y así las empresas se ahorran tiempo y costo en hacer entrevistas de competencia y puedan tener un perfil más completo del candidato. Para allá va orientada la plataforma, que puedas hacer como usuario un test de inglés y así validar que tienes cierto nivel, de esa forma en la entrevista el reclutador no se encuentra con sorpresas. También vamos a enfocar la plataforma hacia un modelo de venta de cursos para los usuarios, para poder monetizarlos, pero siempre pensando en darles más oportunidades para que puedan encontrar su primer trabajo.

¿Qué consejos le darías a una mujer que tiene ganas de emprender?

Desde mi experiencia yo les diría que se atrevan. Yo que era una persona que no respondía al perfil de emprendedora, estoy acá y jamás me lo habría imaginado. He logrado muchas cosas, estoy muy contenta y con muchos desafíos por delante. A lo largo de mi carrera como emprendedora he conocido a mujeres increíbles, todas de distintos rubros, de distintas partes, y por lo mismo creo que no necesariamente tienes que estudiar ingeniería comercial para armar una empresa, sino que he conocido relacionadoras públicas, periodistas y artistas que han armado emprendimientos increíbles. Yo creo que se la tienen que jugar porque faltan más mujeres todavía. Hay que perder el miedo y tener una buena red de apoyo. Las mujeres a veces nos podemos sentir muy solas y es importante que sepan que hay organizaciones como Girls in Tech que están apoyando a las mujeres. Tienen que dar ese primer salto para después poder pensar en grande. El apoyo está y tienen que lanzarse. Lo que más van a perder es haber aprendido un montón y haber ganado experiencia.

Pilar Silva es nuestra emprendedora de la semana

Por Camila Dentone, Directora de Comunicaciones Girls in Tech Chile

Pilar Silva es una joven ingeniera comercial, impulsora de Alcom, emprendimiento que busca dar acceso a internet con planes a bajo costo a sectores de Santiago donde las grandes empresas no llegan. A través de Algramo, iniciativa que vende máquinas dispensadoras a granel a almacenes de barrio, José Manuel Moller se dio cuenta que en varios de los lugares en que trabajaban, los almacenes no tenían conexión a internet. Fue así que conversando con Pilar, surgió la idea de conectar a estos negocios, y de esta manera, que éstos se convirtieran en distribuidores de internet en su barrio. Esto, debido a que las compañías de telecomunicaciones las consideran zonas peligrosas y poco rentables. Además de potenciar a los almacenes de barrio, Alcom permite a los vecinos de las poblaciones acceder a internet a un precio justo. Conversamos con Pilar sobre este emprendimiento social.

¿Cómo fue que decidiste impulsar Alcom?

Después de hacer mi práctica profesional en el Centro Penitenciario Femenino, me di cuenta que quería darle un sentido social a mi carrera. Por distintas razones, no pude seguir trabajando ahí, y al salir de la universidad el 2013, empecé a buscar trabajo y ninguna de las ofertas que habían me convencían: fui a entrevistas en bancos, casas comerciales y empresas privadas. Mis amigos me vieron postulando y me preguntaban qué estaba haciendo. No tenía muchas opciones y necesitaba trabajar. Un día conversando con José Manuel Moller, amigo y creador de Algramo, me contó que en algunos almacenes no se podía poner internet. Se dio cuenta porque quería tecnologizar las máquinas a granel para ponerles sensores que midieran cuando quedaba poca comida y así enviar una señal al mail. Confirmó que las compañías no estaban dispuestas a poner internet después de llamar a un montón de empresas que le respondieron que no conectaban en esas zonas. Es increíble, tu llamas, y cuando das la dirección te dicen que no hay factibilidad, pero en verdad no es que la tecnología no llegue, es que no son zonas rentable para ellos, por lo tanto, las abandonaron.
Entonces, el Cote me contó que tenía ganas de hacer accesible el internet a través de la plataforma que ya tenían en Algramo, y que necesitaba a alguien porque en ese entonces trabajaban con un equipo muy pequeño y se trataba de un rubro completamente distinto. Me propuso armar el proyecto y me encantó la idea, así que acepté.

foto: Francisca Alcalde

¿Cómo fueron levantando el proyecto? ¿con qué desafíos te encontraste?

 Fue muy difícil. Estuve como dos o tres meses investigando primero, yendo a las casas, haciendo encuestas, tratando de meterme con las empresas para que me dieran los datos sobre dónde instalaban internet. Nunca me dijeron nada porque esa información no es pública. Fue muy complejo, llamaba a las compañías y me decían “déme la dirección donde quiere contratar” y mi base de datos de direcciones para preguntar eran las de los almacenes Algramo. Partí por La Pincoya porque había averiguado que por ahí no había conexión, y tenía alrededor de 50 direcciones, entonces empezaba a consultar una por una, y me decían que solo podía preguntar por una dirección. Yo decía que éramos una junta de vecinos, inventaba cualquier cosa para que me dieran la factibilidad. Me pegaba el pique a las empresas con la lista, y me cerraban las puertas. Fue imposible. Hasta que después de insistir mucho, logré mapear los lugares donde no había internet, marcando las cuadras y las calles, y ahí partió todo. Me contacté con unos chicos que conectaban casas en Puente Alto y les dije que empezáramos este proyecto en La Pincoya. Partimos con ellos, pero como tenían este proyecto en paralelo en Puente Alto, no pudimos seguir trabajando juntos. Después de un tiempo, decidimos postular a un fondo startup, lo ganamos y armamos un equipo propio. Se sumó un ingeniero civil de la PUCV y un ingeniero en telecomunicaciones, partimos los tres armando todo desde cero.

¿Qué diferencia a Alcom de las grandes compañías?

La diferencia con las grandes empresas es, que de partida, el internet que ofrecemos es ilimitado. En otras compañías se paga por cantidad de descarga, no por velocidad. Lo que ofrecemos es un plan de internet ilimitado prepago, porque la gente con las compañías de internet, normalmente lo que hacían era contratar y pagar en retroactivo, es decir, el mes ya consumido. Entonces, pasaba que había un mes que les salía tal cifra, no lo pagaban porque no les alcanzaba, y al segundo mes, para retomar, tenían que pagar dos meses, y ahí se les hacía más difícil pagarlo. Con Alcom, si quieres consumir en noviembre, pagas el primero de noviembre y tienes todo el mes, y si en diciembre no puedes pagar porque hay muchos gastos, simplemente no pagas. Este sistema es mucho más conveniente para la gente. De todas formas, Alcom es una empresa, no regala el internet, pero lo vende a precio justo. Al final la gente paga sus equipos y después el consumo es de prepago, a un precio menor al que están vendiendo las grandes empresas.

 Una vez que comenzaron a funcionar y conectar las casas, ¿qué impacto tuvo su emprendimiento en los usuarios?

Uno que tiene acceso a internet no dimensiona las oportunidades que te da. Cuando iba a conocer a la gente, me contaban desde los problemas más básicos hasta problemas fundamentales: personas estudiando en el colegio o la universidad que no podían hacer sus tareas porque no tenían internet. Las opciones eran los cibercafés, que en realidad hay muy pocos, con computadores de mala calidad y te cobran por tiempo. Hablando con muchas personas, me decían que tenían que ir con sus hijos a las 7 de la tarde al ciber, lo que significaba pegarse el pique dos horas en la tarde, y además, les salía muy caro, era un gasto enorme. Había gente que se gastaba 70 mil pesos al mes en cibercafés, más el tiempo de viaje.

También me encontré con gente que trabajaba por internet y tenía que ir a conectarse donde parientes. Ahora que tienen conexión, hemos hecho encuestas sobre qué significa este cambio y hay historias desde abuelas que cuentan que ahora sus nietos van a su casa a ver películas, hasta personas contando que sus hijos se quedan más en la casa porque ya no tienen que ir donde los compañeros a hacer las tareas. En realidad la educación es el principal uso de internet. Yo pensaba que no quería fomentar que los niños estuvieran pegados todo el día al computador, pero en realidad leyendo encuestas y datos, me di cuenta que el uso principal del internet es educación, postulaciones a trabajo, descarga de información.

 ¿Qué proyectos se vienen ahora en Alcom?

Queremos abrir tres comunas más, pero por ahora estamos subsistiendo con lo mismo que genera Alcom, podemos seguir creciendo un poco. La idea es habilitar más puntos. Ahora que estamos haciendo ruido, nos llamaron desde compañías grandes para conversar e invertir, entonces estamos agarrando vuelo. También nos han llamado colegios que quieren conectarse a internet, entonces la idea es no solo conectar a la gente a través de almacenes, sino que también poner antenas en establecimientos educacionales. Se nos abrió un mundo de millones de posibilidades.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere emprender?

Me gustaría transmitir que lo que estudiaste, lo que sabes, no determina para nada lo que puedes hacer. En verdad, si tu me veías antes, no entendía para nada el funcionamiento de internet, no sabía ni lo que era un mega, pero uno aprende haciendo, y al final si yo tuviera conocimientos en arte, música u otras disciplinas, eso igual apoya al proyecto aunque nunca te imagines que esos conocimientos pueden importar. Entonces yo creo que es fundamental no limitarse por lo que uno sabe, por lo que uno estudió o por lo que uno es, sino que en verdad las fronteras nos las ponemos nosotros mismos. Hay momentos demasiado duros porque en los emprendimientos uno trabaja 24×7, y si bien hay cierta flexibilidad, de todas formas es duro. Sin embargo, está la satisfacción de darlo todo y contribuir con el esfuerzo. Lo recomiendo a ojos cerrados.

 

Emprendedora de la semana: Josefa Villarroel

Esta semana les presentamos a Josefa Villaroel, quien está a cargo de Garage UAI, un espacio para que los alumnos de la Universidad Adolfo Ibáñez puedan sacar el máximo de su creatividad y ansias de emprender mientras estudian!

Cuéntanos sobre ti

Mi pasión es la promoción del emprendimiento, por eso llevo 12 años trabajando en ese tema. Soy una mujer clásica, pero jamás típica.    

Cuando era niña todos me hacían callar porque hablaba mucho y hoy gran parte de mi trabajo tiene que ver con las cosas que comunico en mis clases, charlas y mi rol en la radio.

Cuéntanos acerca de tu emprendimiento

Soy la directora ejecutiva del Garage UAI, que es un hub de emprendimiento para apoyar a los alumnos de la universidad que quieren emprender mientras estudian. Lidero el proyecto desde que era una idea y hoy ya realizamos más de 80 actividades con más de 4000 participantes.

Además, soy conductora en el programa de radio InnovaRock, donde hablamos de emprendimiento e innovación al ritmo del rock. Y donde recomiendo tips de eventos, fondos y concursos para los emprendedores.

¿Qué significa para ti emprender? y, específicamente, en tecnología?

Para mí el emprendimiento es una actitud ante la vida que te impulsa siempre hacia adelante y en este sentido creo que uno puede tener iniciativas en distintos ámbitos no sólo en el empresarial.

Más que emprender “en tecnología”, donde mucha gente puede sentir que no tiene los conocimientos,  pienso que  emprender “con la tecnología” es una oportunidad que no podemos dejar pasar, hay muchas herramientas simples que nos permiten amplificar el alcance de nuestras acciones, adquirir nuevos conocimientos y realizar ahorros, entre muchas otras cosas, sólo hay que atreverse.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere emprender? 

Si te decides a emprender debes estar dispuesto a comprometerte con lo que vas a realizar. El compromiso implica una decisión y responsabilidad contigo mismo y con tu equipo, va más allá que la motivación, cuando estas comprometidos trabajas y avanzas incluso aunque algunos días te sientas desmotivado. Así que plantéate una meta, un plazo, diseña un plan y compromete a trabajar en ello hasta lograrlo.

Francisca Chacón, fundadora de Rehapp

Les queremos presentar a María Francisca Chacón, fundadora de Rehapp, una plataforma que integra dispositivos móviles con computadores para poder usarlos en todo momento. Ideal, no? Conoce qué es lo que la motivó a emprender en tecnología y cuáles son sus consejos si es que quieres seguir este camino. 

María Francisca Chacón

Fundadora de Rehapp

Francisca es Diseñadora Crossmedia titulada el año 2013, Rehapp nace como su proyecto de Tesis. Antes de eso, hizó la practica laborar en un estudio de diseño y trabajaba de manera freelance haciendo branding y páginas web.
 

¿Qué es Rehapp?

Rehapp es una plataforma de juegos digitales de aprendizaje para niños y niñas con Síndrome de Down y Autismo. Mediante dispositivos moviles, fomentamos la autonomía e inclusión social de los niños mediante actividades de la vida diaria. Nuestro foco es el trabajo desde la casa, mediante el cariño y apoyo familiar.

 
¿Qué significó emprender para tí?

Emprender significa usar todos mis conocimientos y habilidades para generar un impacto significativo y mejorar la calidad de vida en personas que realmente lo necesitan.
 

¿Qué es lo que te mueve a conseguir tus objetivos?

Aportar a generar una sociedad más amorosa y con acceso a oportunidades de desarrollo.

¿Qué consejo le darías a las mujeres que están emprendiendo o piensan hacerlo por primera vez?

Que se mentalicen a trabajar y aprender como nunca antes! Esto es pura garra y pasión para salir adelante, pero sin duda las puertas se abren para las resilentes.

Alison Schwartz: Co-fundadora de Lulu app

Les presentamos a Alison Schwartz, co-fundadora de la Lulu app. Hablamos con ella sobre cómo iniciar un negocio y qué es lo que la llevó a crear la aplicación que está enfocada a que las mujeres tomen el control y construyan relaciones inteligentes; con las citas en línea, ellas se enfrentan a mensajes sexistas y comportamiento inapropiado

¿Cómo nació esta idea?

La CEO y fundadora, Alexandra Chong, se le ocurrió la idea de Lulu después de una comida del Día de San Valentín. Muchas amigas estaban sentados una mesa compartiendo datos y recomendaciones de todo tipo: desde citas, labiales, doctores y decisiones laborales.

Alexandra estaba sorprendida con el poder la conversación entre chicas y se dio cuenta que había algo muy poderoso en el ambiente de mujeres. Empezamos las dos a investigar el tema, aprendimos que las mujeres dominan el mundo social en internet (un 72% de la actividad en internet) y las decisiones de compras, y aún así nadie estaba desarrollando y dedicando un espacio para que compartan sus experiencias. Sentimos una clara necesidad y decidimos crear el producto adecuado.

Nos enfocamos en construir un espacio íntimo y seguro donde las mujeres fueran ellas mismas y estuvieran a gusto para compartir sus opiniones y datos que les sean útiles.

¿Cuál es la etapa más difícil?

Toda etapa de una start-up es difícil, desde contratar a las personas indicadas hasta crear el producto mismo.

Para Alexandra, dar el paso de ser una emprendedora con un trabajo (y trabajar por las noches en Lulu) a dedicar el 100% de su tiempo en la aplicación fue un gran momento Una vez que ella tomó esa decisión, ella lo compara con saltar de un avión y crear el paracaídas en el salto hacia abajo. Para mi, fue una transición de trabajar en un complejo ambiente de publicidad que ha sido por décadas igual a un ambiente de emprendimiento que era mucho más adaptado a los cambios que se viven a diario. ¡Y eso es lo que lo hace tan entretenido!

¿Pensaste alguna vez en renunciar a la idea?

La vida de la start-up es una montaña rusa y somos realmente muy apasionados por crear la última tecnología para mujeres. Hemos empezado por las relaciones porque es el lugar natural donde comenzar –el 78% de las conversaciones femeninas son las relaciones- pero creemos que Lulu puede ser la plataforma para recibir todos los otros temas: belleza, salud, familia, desarrollo personal, trabajo, etc.

¿Cómo crees que colaboras en el diario vivir de las mujeres?

Nuestros datos muestran que las mujeres entran a Lulu 5 veces al día, lo que es muy alto en la era de citas digitales. Antes era un tema más escondido, pero hoy muchas mujeres lo hacen!

Hoy existen muchas alternativas (Tinder, Hinge, Ok Cupid, Coffee Meets Bagel, etc.) y nosotras estamos colaborando a que las mujeres tomen decisiones más inteligentes en cuanto a las relaciones y las citas con hombres.

¿Cuéntanos más de tus sueños?

Mi sueño es que Lulu esté en todos los celulares de las mujeres del mundo.

Entrar a un mundo como la creación de apps y la tecnología, dominado mayormente por hombres, ¿fue algo complicado siendo mujer?

Actualmente, ser mujer en esta industria tan competitiva es una ventaja! La mayoría de las aplicaciones de citas fueron creadas por hombres. Yo comencé a aterrizar las necesidades específicas de las mujeres con Lulu. Eso nos dio una ventaja.

¿Dónde y cómo conseguimos la app?

Todos pueden descargarla e manera gratuita en App Store y Google Play.

¿Qué opinan de las cita virtuales? Usan alguna aplicación para conocer a sus parejas? Cuéntenos más!